Éxito del Festival Imperdible

El Festival Imperdible ha transformado el Matarraña este fin de semana en el epicentro del turismo y el bienestar. Con más de 500 asistentes durante los dos días del evento y la colaboración de aproximadamente 50 voluntarios, la primera edición del festival ha sido un éxito rotundo. Los organizadores del festival, la Asociación de Empresarios del Matarraña y el Centro Mandala, han destacado que el apoyo del Ayuntamiento de Calaceite, la Comarca del Matarraña y del Departamento del Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón ha sido fundamental para la realización del Festival Imperdible.
Con este prometedor comienzo, el Festival Imperdible ha logrado varios de sus objetivos, como servir de catalizador para el desarrollo de un turismo respetuoso y ofrecer experiencias de bienestar y gastronómicas que reflejan la identidad del Matarraña.
La jornada inaugural contó con la presencia de Javier García Campayo, doctor en psiquiatría de la Universidad de Zaragoza, quien destacó al Matarraña en su conferencia como un “destino que cumple todos los criterios para la búsqueda del bienestar y lo contemplativo”. Resaltó la «intensa belleza de la naturaleza agreste, la clara visibilidad del cielo, el aislamiento geográfico y una tradición histórica de órdenes religiosas», que convierten a esta comarca en un destino único.

El domingo, los asistentes deleitaron sus paladares con la oferta gastronómica de siete restaurantes de referencia de la comarca. El evento, contó con la participación de establecimientos de renombre como El Hotel La Torre del Visco, el Hotel La Font del Pas, el Hotel Restaurante Posada Guadalupe, el Hotel La Fábrica de Solfa, la Fonda Alcalá, el Restaurante Baudilio y Fatto in Casa. Cada uno de estos restaurantes presentó una tapa vegana especialmente diseñada para la ocasión, destacando por su calidad y creatividad.






Además, el postre fue una creación especial de Ester Fernández, que sorprendió a todos con su exquisitez y presentación. Para acompañar tan suculenta oferta gastronómica, se sirvió el vino de Bodegas Crial. Este evento no solo permitió disfrutar de una comida excepcional, sino que también puso en valor la riqueza y diversidad culinaria de la comarca, haciendo gala de sus mejores productos y talentos locales.

Se pudo disfrutar de un día lleno de actividades, con la posibilidad de elegir entre 8 conferencias y 19 talleres en cinco espacios diferentes situados en la naturaleza, alrededor de la Ermita de San Cristóbal y el Poblado Íbero de San Antonio en Calaceite.





El festival también contó con puestos de hoteles y alojamientos rurales, nuevos proyectos turísticos, ONG, artesanía, meditación, agricultura ecológica, danza, chikung, educación consciente, sonoterapia, desarrollo personal y mucho más.






Este festival ha hecho honor a su nombre y se ha convertido en una cita imperdible para el próximo año, comprometiéndose a continuar con el cuidado del territorio, sus paisajes y sus gentes